San Juan, Texas.- Organizaciones pro inmigrantes y de defensa a los derechos civiles y humanos denunciaron hoy el empleo de software israelí, Cobwebs Technologies y software de reconocimiento facial de Clearview AI.
La Unión del Pueblo Entero, South Texans for Reproductive Justice y Never Again Action, criticaron conjuntamente a Texas por el uso de esa tecnología que plantean preocupaciones sobre posibles violaciones de la privacidad y las libertades civiles, lo que genera demandas de transparencia y responsabilidad en su uso.
Los grupos de defensa piden salvaguardas para proteger los derechos y la dignidad de las personas, en particular las de las comunidades vulnerables a lo largo del Valle del Río Grande.
Sergio Treviño, organizador digital de LUPE, instó al Departamento de Justicia, al fiscal general Merrick B. Garland, a la fiscal general adjunta Kristen Clarke y al presidente Joe Biden a investigar el estado de Operation Lone Star de Texas y su impacto nocivo sobre las libertades civiles de los solicitantes de asilo y los residentes en y alrededor de la frontera.
“Ya es suficiente, sabemos que los miles de millones de dólares que se están invirtiendo en estas trampas mortales en la frontera, los sistemas de detención en nuestro patio trasero y el software de vigilancia inconstitucional en nuestro bolsillo. Podría usarse para financiar las necesidades de las comunidades de clase trabajadora que luchan por sobrevivir”, dijo Treviño.
Por su lado, Mae Hardebeck, líder de Never Again Action – Austin, dijo: “La Operación Lone Star ha continuado siendo destructiva para nuestras comunidades en Texas de muchas maneras: infringiendo nuestras libertades civiles a través de tecnología de vigilancia digital invasiva, destrucción ecológica irreversible del Río Grande y la tierra a su alrededor, y levantando barreras diseñadas deliberadamente para ahogar o herir gravemente a los solicitantes de asilo.
Está claro que, en lugar de financiar las necesidades de los residentes de Texas, los recursos se han utilizado abrumadoramente para contratar y acelerar continuamente la militarización de la frontera, incluso cuando las comunidades locales sufren como resultado. Alrededor de 4.5 billones de dólares -y contando- se han invertido en Operación Lone Star, hasta ahora.
Advirtieron que la industria de la vigilancia se está beneficiando de esto, todo mientras los solicitantes de asilo enfrentan más daños y nuestras comunidades locales continúan perdiendo nuestros recursos financieros y espaciales. “Todas las violaciones de derechos humanos que se están produciendo deben ser investigadas por el gobierno federal, y la Operación Lone Star debe terminar”.
Por su lado, Noemi M. Pratt, presidenta de la junta de South Texans for Reproductive Justice, dijo que es vergonzoso y exasperante que la Operación Lone Star del gobernador Abbott continúe creciendo y empleando más poder, incluido el uso de vigilancia digital y tecnologías de reconocimiento facial. Para quienes vivimos en comunidades fronterizas, la vigilancia constante no es nueva.
“Desde el exceso de vigilancia de nuestras ciudades hasta los dirigibles de vigilancia, a menudo utilizados en zonas de guerra, que pasan por alto nuestros vecindarios, las técnicas de vigilancia invasivas perturban la vida de quienes vivimos en la frontera. El estado de Texas ha tomado datos sesgados para desplegar una declaración de desastre y justificar su extralimitación de poder”, denunció.