Austin, Texas.- Texas y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos tuvieron su primer aparición en corte tras la demanda impuesta por los federales debido a la instalación de boyas en el Río Bravo; el Juez Distrito David Ezra, dio de plazo a ambos hasta el viernes para que cierren sus argumentos y prometió tomar su decisión lo más pronto posible.
Como se sabe, el Departamento de Justicia demandó a Texas para que retire las barreras flotantes; un estudio de la Comisión Internacional de Límites y Aguas encontró que, de los casi mil pies de boyas instalados en el Río Bravo a la altura de Eagle Pass, Texas, -frontera con Piedras Negras, Coahuila-, por lo menos 780 están ubicados del lado mexicano.
Los abogados de Texas dijeron ante el juez que este estado estaba en su derecho de defenderse de la “invasión de cárteles” pero el juez desechó ese argumento. Texas argumentó luego que avisaron a autoridades federales sobre la colocación de las boyas, pero la CILA y el U.S. Army Corps of Engeniers lo negaron.
Por su fuera poco, en la audiencia estuvieron presentes funcionarios del Departamento de Estado Norteamericano quienes asentaron que las relaciones bilaterales con México peligran ante la colocación de las boyas en el Río Bravo.
Ahora habrá que esperar hasta el viernes para ver los últimos argumentos de las dos partes y que el Juez Ezra tome una decisión.