Cd. de México.- Durante la presentación de sus Balances Humanitarios 2024 este martes, 23 de abril, la delegación regional del CICR para México y América Central llamó a los Estados a redoblar esfuerzos para proteger a las personas afectadas por la violencia armada mediante la coordinación interinstitucional, estrategias de prevención y una respuesta que atienda a sus necesidades. Asimismo, hizo hincapié en la necesidad de fortalecer los mecanismos de cooperación que operen por encima de las fronteras mediante encuentros bilaterales, mecanismos de intercambio de información, homologación de prácticas, entre otras iniciativas.
“Acercarse a la dolorosa realidad que viven las víctimas, reconocer y visibilizar sus necesidades y redoblar esfuerzos para aliviar su sufrimiento es un imperativo humanitario que no puede esperar, y una obligación de los Estados, de la comunidad internacional y de la sociedad”, indicó Olivier Dubois, jefe de la delegación del CICR para México y América Central.
Para adoptar medidas efectivas a los problemas humanitarios que afectan a la región —migración, desaparición, personas fallecidas no identificadas y desplazamiento forzado— es necesario impulsar la diplomacia y cooperación de forma continua ante los cambios periódicos en las administraciones públicas. “Es vital proteger los avances alcanzados sobre las respuestas para atender y proteger a las personas afectadas por la violencia”, expresó Dubois.
En 2023 los equipos del CICR en México y América Central fueron testigos del profundo impacto de la violencia que a diario genera nuevas víctimas y consecuencias humanitarias. Algunas son más visibles, como los homicidios. Tan sólo al cierre del año pasado, de acuerdo con estadísticas oficiales*, 2.944 personas fueron víctimas de homicidio en Guatemala, en Honduras hubo un promedio diario de 8.3 homicidios y en México diariamente se registraron 81 homicidios dolosos.
No todos los impactos son visibles. El CICR advierte que hay víctimas que enfrentan en silencio las consecuencias de la violencia y cuyo sufrimiento corre el riesgo de pasar inadvertido: un joven que desaparece en el trayecto migratorio casi sin dejar huellas; una adolescente que sobrevive a un ataque sexual y, por miedo, no busca ayuda; una familia que decide de un momento a otro abandonar su hogar para salvar su vida; una madre que busca desde otro país a su hijo desaparecido mientras migraba.
También, el CICR advierte de una emergencia humanitaria en aumento que viven las personas que deciden dejar sus países buscando una vida más digna o seguridad. Según datos oficiales*, en 2023 más de medio millón de personas cruzaron la selva del Darién, ubicada en la frontera entre Panamá y Colombia. Por su parte, en comparación con el año anterior, el número de personas migrantes que ingresaron de manera irregular a Honduras aumentó casi tres veces, y el tránsito de personas migrantes en situación irregular por México aumentó 77%. Además, en 2023 México se ubicó entre los cinco países del mundo con más solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado, con más de 140.000 solicitantes de asilo. A medida que avanza el trayecto, aumenta la probabilidad de que las personas sean víctimas de delitos, y sus necesidades de protección se acumulen.
La acción humanitaria neutral, imparcial e independiente, sigue siendo una respuesta clave para aliviar el sufrimiento de las personas y mitigar las consecuencias de la violencia. “Exhortamos a las autoridades, comunicadores y sociedad a proteger y facilitar el trabajo humanitario, esencial para que la ayuda llegue a quien más la necesita”, indicó Olivier Dubois.
En este sentido, y a través de sus Balances Humanitarios, el CICR hace llamados a la acción para atender las preocupaciones humanitarias más apremiantes para 2024 y los años sucesivos: la labor humanitaria, la desaparición e identificación de personas, la movilidad humana, las personas privadas de libertad en centros penitenciarios, comunidades afectadas por la violencia y personal sanitario.