Edinburg, Texas.-El verano es una época excelente para que las familias disfruten de actividades al aire libre, creen recuerdos duraderos y disfruten del sol, pero con las temperaturas del Valle alcanzando los tres dígitos, los padres deben tener mucho cuidado para que sus pequeños se mantengan seguros y cómodos en el calor.

La Dra. Cristel Escalona, ​​pediatra certificada por la junta de UT Health RGV y profesora asociada de pediatría en la Facultad de Medicina de UTRGV, dijo que estar al aire libre es esencial para el desarrollo saludable del bebé, pero que las decisiones que priorizan la seguridad son imprescindibles.

“Es importante equilibrar los beneficios de las actividades al aire libre con la necesidad de protegerse del calor extremo y la exposición al sol que es tan común en el Valle del Río Grande”, dijo Escalona.

“Nuestro clima significa que los padres deben tomar precauciones adicionales al planificar actividades al aire libre este verano”.

La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) sugiere evitar la exposición prolongada al aire libre cuando el índice de calor supera los 90 grados Fahrenheit, ya que los bebés pueden sobrecalentarse rápidamente.

“Los bebés no deben exponerse a la luz solar directa hasta los 6 meses. Los bebés pequeños no han desarrollado completamente la capacidad de sudar o regular su temperatura corporal, por lo que pueden sobrecalentarse y deshidratarse con bastante rapidez”, dijo Escalona.

“Con los bebés mayores y los niños pequeños, los padres aún deben tener cuidado”.

Si hay una advertencia de calor vigente, Escalona sugiere planificar actividades en el interior tanto como sea posible.

Los padres que planean actividades al aire libre con sus bebés deben asegurarse de tener un plan “Asegúrese de tomar mucha agua, utilizar bloqueador solar, ropa adecuada y permanecer en la sombra tanto como sea posible”, dijo.

Ella aconseja a los padres que tomen descansos cada 15 a 30 minutos durante las actividades al aire libre, ajustando la frecuencia según las señales de su bebé.

“Este enfoque ayuda a mitigar el riesgo de sobrecalentamiento y garantiza que los niños permanezcan cómodos y seguros en el calor”, afirmó Escalona.

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