McAllen. Texas.- Michael Gallegos Martínez de 45 años parecía nervioso cuando los policías detuvieron su Cadillac CTS por una simple infracción de tráfico. A simple vista parecía que todo estaba en orden, pero un agente canino determinó lo contario.

El olfato del agente K-9 ayudó a descubrir un arma de fuego Rossi, modelo 461, revólver magnum calibre .357 en una bolsa de supermercado que colgaba de la palanca de cambios, 25 gramos de cocaína, un frasco de pastillas Xanax y aproximadamente 25.000 dólares en efectivo.

El residente de San Juan fue enviado a prisión federal y tras declararse culpable, un juez le ordenó cumplir 41 meses en la cárcel, además de tres de libertad supervisada; el hecho de que, Gallegos fue oficial de la policía, tuvo mucho que ver en su sentencia.

Gallegos-Martínez ha estado y permanecerá detenido en espera de su traslado a la Oficina de Prisiones.

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