Austin, Texas.- El uso de teléfonos celulares como herramienta para que ciertos prisioneros en los Estados Unidos coordinen contrabando de drogas o asesinatos violentos no es novedad, pero lo que si podría serlo es que los estados tuvieran más herramientas para evitar el uso de esos aparatos. 

La Procuraduría de Texas se unió a una carta enviada por el estado de Carolina del Sur que demanda al Congreso aprobar una ley para que los estados puedan limitar el uso de teléfonos celulares que son ingresados a prisión de contrabando. 

“Existe evidencia clara de que este tipo de teléfonos celulares han sido utilizados por los reclusos para participar y coordinar actividades delictivas como asesinatos, tráfico de drogas e innumerables otros crímenes violentos”, dice la agencia. 

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los estados para tomar medidas enérgicas contra el contrabando de teléfonos celulares, su capacidad para evitar que los cárteles mexicanos, las pandillas y los reclusos maliciosos utilicen dispositivos inalámbricos ha sido limitada. 

Para abordar este problema, el Procurador General Paxton está pidiendo al Congreso que apruebe una legislación que autorice a los estados para implementar un sistema de interferencia de teléfonos celulares en las cárceles, lo que ayudaría a prevenir la organización criminal y proteger mejor a las fuerzas del orden y al pueblo estadounidense.   

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